miércoles, 7 de mayo de 2014

Recuerdos

Anoche tenía una migraña horrible y tu no parabas de dar gritos y querías jugar. Yo no podía hacerte caso por culpa de tanto dolor y te regañé un poquito para que hicieras menos ruido aunque era difícil porque estabas dándome besos y claro eso es irresistible. Sobre las once te entró sueño y es que normalmente cuando estás tan movida es porque estás ya cansada, y te dormiste enseguida. Pude descansar un buen rato y se me fue pasando el dolor de cabeza y me levanté un momento a ver a papi que llegaba de trabajar. Me sentí un poco mal por haberte regañado porque tu estabas contenta pero me dolía tanto tanto que no podía aguantar el dolor.
A la una de la madrugada solo unos minutos después volví a la cama a tu lado y al ir a tumbarme vi que sonreías tranquila, con cara de contenta y feliz. Me alegré. Te acaricié la espalda y sin abrir los ojos te giraste un poco me diste un beso en el brazo, y luego otro mas. Y seguiste durmiendo plácidamente con tu gran sonrisa. Me hiciste feliz.
Estas pequeñas cosas son las que me dan mas fuerza para seguir con mis ideales, seguir con una crianza respetuosa y amorosa a pesar de ir como los salmones, en contra de la corriente, y a pesar de las críticas y la sensación de soledad que a veces me invade. Porque esto significa que vamos en el buen camino. En el camino del amor mi niña. ¡¡¡Cómo te quiero!!!!

miércoles, 2 de abril de 2014

El principio...

Te voy a contar una historia, para que entiendas algunas cosas. Algunas personas pensarán que es una tontería, que no nos hace especiales. Yo no estoy de acuerdo, porque lo que te voy a contar nos cambió por dentro. Hizo que el amor se multiplicara hasta el infinito. Toda historia tiene un principio, y este es el nuestro.

Hace unos años, en el 2008, me llegó eso que llaman "la llamada del reloj biológico". Papá y yo nos ilusionamos con la búsqueda de un bebé y empezamos a intentarlo. Pasaron muchas lunas, pero no nos llegaba, nunca nos tocaba a nosotros. Yo soy agnóstica y por tanto no pedía a nadie nada, quería confiar en que la madre naturaleza haría su trabajo. Pusimos de nuestra parte pero un año después de empezar a buscar, viendo que no llegaba, empecé a informarme y a leer mucho sobre que podíamos hacer, y empezamos a hacer revisiones médicas para entender cual era el problema. Pasó bastante tiempo, nos dieron malas noticias, bueno, regulares, y nos pusimos en sus manos. Pasó mucho tiempo más. 

Nos llegó el momento de empezar al menos a intentarlo de verdad, con esperanzas de éxito, pero no salió bien. Me hundí, toqué fondo. Se que es difícil entenderlo pero así me sentí, visualizaba muchas veces un mar profundo en el que me hundía hasta el final, dónde era imposible ver luz. También visualizaba un camino lleno de vallas que tenía que saltar. 

La lista de espera para poder volver a intentarlo era larga, y mi salud mental carecía de ese tiempo. Tenía una necesidad enorme, y la sociedad no nos ve, somos casi invisibles, me sentía sola, incomprendida, desamparada, ignorada, y además me sentía mal conmigo misma por tener sentimientos negativos con otras personas, no me alegraba por embarazos de personas cercanas, amigas, familiares, tenía envidia, de la mala, de la fea. Y eso no me gustaba de mi. Me quería morir. 

Se me hizo todo grande, pero no se de dónde, saque fuerzas para pedir ayuda. Supongo que si creyera en los horóscopos diría que fue la fuerza del Fénix, soy Escorpio y dicen que este horóscopo tiene la habilidad de resurgir de sus propias cenizas, como el Ave Fénix. Creo que si fue un poco así. 

Pedí ayuda y empecé a sacar la cabeza, pero muy poquito, creo que solo saqué la nariz. 

Nuestro primer test de embarazo positivo
Perdí mi trabajo, llegó la crisis, las listas de espera se alargaron, y yo me encontré luchando por mi sueño con mi cheque de finiquito. Volví a fracasar. Pero esta vez tenía experiencia, sabía como era estar allí abajo, en lo más hondo, había tocado el suelo y me empujé con los pies. Tuve un juicio con mi empresa meses después, y gané. Otro cheque, otra oportunidad. 

Tenía 9 personitas congeladas esperando ese momento. Tu estabas ahí. 
Empecé de nuevo, y esta vez conseguí ver las dos rayas en el test. 


Llegó mi momento, mi ángel de la guarda, mi luz. Mi embarazo fue largo y lleno de miedos, 
pero la Ciencia logró otorgarme algo que nada consiguió antes, tú, mi niña. 

Viniste a llenar mi mundo, a darle sentido, a subirme a la superficie y volar. Trajiste ternura a mi vida, y los brotes tiernos como la hierba que necesitaba mi corazón para florecer. 

Tu primera foto, cuando eras un embrión en desarrollo.
Intentamos que fuerais dos, pero sólo te agarraste a la vida tu.

lunes, 27 de enero de 2014

Te haces grande mi bebé

Cloe, te pido perdón por no tener actualizado tu blog y que puedas tener el diario de nuestra vida al día pero aunque tengo 24 horas para dedicarnos, las usamos mucho y cuando descansas me cuesta inspirarme para contarte cosas, pero lo voy a cambiar lo prometo.

Hace un par de días, el 25 de enero se cumplió un año desde que te salió tu primer dientecito. Y ahora ya tienes la boquita llena. Tienes todos los dientes, cuatro muelas y cuatro colmillos, bueno, tres y medio porque el ultimo colmillo esta terminando de salir ahora. Que rápido te haces mayor.
Eso a mi me crea sentimientos encontrados, por un lado felicidad de verte crecer a nuestro lado, de disfrutarte y amarte y sentirte, besarte, olerte, escucharte..........  pero no puedo evitar sentir un poquito de nostalgia pues te haces grande y ocurre tan rápido que siento como si el tiempo se me escapara de las manos como si fuera arena de playa entre los dedos. Tengo morriña de bebé. Cada día pareces mas niña y menos baby.
Aprendes a pasos agigantados, hablas cada vez un poco mas, en dos semanas has pegado un enorme cambio en tu verborrea, no te entendemos mucho pero hablas todo el día. Lo de entender lo bordas desde hace tiempo, sabes el nombre de muchísimas cosas aunque no lo digas sabes a que o a quién nos referimos, lo señalas y conoces y no se como has aprendido tanto tanto tanto!!!!

Hija mía, sigue haciéndote mayor, ahora tengo miedo de que me ocurra algo cuando cruzo por la calle mal, por ejemplo, porque me da pánico no verte crecer, quiero disfrutar de ti, verte experimentar, verte disfrutar de la vida, jugar, aprender, amarte y besarte cada día de mi vida porque eres la luz en nuestros caminos.

Todo empieza y todo acaba en ti.